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Canadá, Estados Unidos y México ofrecen un mercado laboral capaz de solucionar cualquier necesidad

Cada vez que veo el Internet, y veo los blogs anti-inmigrantes, no puedo creer lo que dicen en contra de cualquier reforma inmigratoria, especialmente todo lo que tiene la apariencia de una “amnistía.”  Dichas campañas anti-inmigrantes incluyen ataques contra compañías norteamericanas que están exportando trabajos para reducir sus costos de operación.   Me hace recordar acerca de las mismas corrientes ideológicas que siempre se han asomado cuando hay una crisis económica en los Estados Unidos.

Es importante recordar lo que nos ofreció la revolución industrial en los Estados Unidos cuando Ford creó la manera de mecanizar la manufacturación de carros, desplazando la mano de obra de miles y miles de trabajadores, pero revolucionando la economía estadounidense.

En el 2011 nos encontramos en una etapa histórica de las Américas donde todos tenemos acceso a la globalización, a la inmediatez de la información, a la prontitud de los procesos productivos. Por eso estamos ante una convergencia de corrientes ideológicas que están en constante evolución hacia el cambio en la forma de la productividad industrial, comercial y de servicios.Mientras que la prensa se enfoca en la violencia de la frontera de los Estados Unidos y México, veo que la economía de estos dos países, y Canadá,  se está globalizando y que las compañías mexicanas han visto una puerta para una coyuntura histórica en busca de un lugar más seguro, que es los Estados Unidos o Canadá, sin distanciarse de la mano de obra mexicana.

Un ejemplo claro es el traslado de capital mexicano a los Estados Unidos para abrir una sucursal, permitido por el Tratado de Libre Comercio (NAFTA). Existen varios procesos que permiten la creación de una empresa norteamericana por mexicanos para poder trasladar e intercambiar ejecutivos, gerentes, y profesionales.

Las Américas deben prepararse adecuadamente para ser una zona abierta a los cambios que demanda contratar trabajadores extranjeros.  Es una manera de limitar la exportación de los trabajos al exterior como a la India o la China Roja.  Esos países están más lejos que México o Canadá. Necesitamos gente profesional, capaces de resolver todos los problemas y dispuestos a desarrollar investigaciones científicas para la humanidad.  Asimismo, necesitamos la mano de obra mexicana para los trabajos de construcción, de limpieza, de fábricas, por que el mercado laboral ya no surte suficientes trabajadores norteamericanos que quieren esos trabajos. En fín, entre Canadá, Estados Unidos y México, tenemos un mercado laboral capaz de solucionar cualquier necesidad.

Lo que las organizaciones anti-inmigrantes desean es sellar las fronteras de los Estados Unidos contra una evolución tecnológica que es inevitable y que se encuentra al servicio de la economía mundial.

No es un secreto para nadie, que los trabajadores mexicanos tienen un gran impacto positivo en la economía de los Estados Unidos.  Evidentemente, tenemos a México y al resto del continente de las Américas, que nos ofrecen trabajadores que pueden y deben venir legalmente.  Además de expandir el uso del tratado de libre comercio (NAFTA), otro ejemplo se ha dado con Japón, una nación que a pesar de ser una sociedad muy cerrada al mundo entero, ha hecho esfuerzos enormes para llevar a su país a más profesionales extranjeros;  y es por que ha entendido que su economía mejorará su presencia en el difícil mundo de la actualidad.

Mientras el mundo europeo se ha regionalizado económicamente, nosotros en los Estados Unidos no estamos viendo lo que se necesita hacer en las Américas, quejándonos de la exportación de trabajos hacia el extranjero, a pesar de tener una oportunidad histórica: la de crear un bloc fuerte regional para salir adelante.

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